lunes, 10 de enero de 2011

Taller 1.21


Leí la historia de un muchacho llamado Hui Neng, que se presentó en un monasterio en el sur de China. Era analfabeto, pobre y joven, pero le aconteció ver lo que ustedes acaban de ver. Él no se expresaba muy bien sobre ello. En el monasterio había quinientos monjes muy santos meditando intensamente, y a este pobre muchacho ni siquiera se le permitió entrar en el monasterio. A él solo se le permitía entrar en la cocina para golpear el arroz. Pero él veía claramente lo que nosotros acabamos de ver.

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