lunes, 29 de noviembre de 2010

Taller 1.6


Pero tenía una cosa que jugaba a mi favor a pesar de los problemas: una sensación de sorpresa. Siempre he sido agraciado con asombro y gratitud por haber acontecido en el mundo, y la determinación de no vivir y morir sin echar un vistazo a lo que ha acontecido. Vean, habiendo acontecido, es una pena, un terrible oprobio, dar por buena la palabra de todos por lo que ha ocurrido, dar por buena la palabra de todos por lo que hay Aquí, y no molestarme nunca en ver por mí mismo hasta que ya no esté aquí para echar un vistazo. Estaba absolutamente asombrado y agradecido de haber acontecido. Yo no necesitaba haber acontecido, pero había acontecido, y tenía que echar un vistazo a pesar de estos desagradables problemas, que persistieron en algún grado hasta que tuve alrededor de treinta años.

No hay comentarios: